La Palabra es como un buen perfume

Dos amigas estaban muy ansiosas por ir a una reunión formal con sus compañeros de estudio, ambas tenían un gusto especial por los perfumes (más que por los zapatos o la ropa, a diferencia de otras mujeres), así  que se propusieron buscar el mejor. Como eran muy jóvenes y aún dependían económicamente de sus padres, decidieron trabajar por su cuenta y así ganar una suma suficiente para un perfume de buena calidad que les diera satisfacción. Una de las amigas trabajó muy duro sin perder de vista su meta y compró el perfume más caro y de mejor marca que a ella le parecía, mientras que la otra se dio por vencida y dejó que la pereza ganara la batalla, comprando un perfume barato que olía bien pero que no cumplía sus expectativas.

Cuando llegó el esperado día, al inicio de la reunión muchas personas convinieron en que la primera amiga tenía un perfume exquisito, e incluso a la hora de irse también la felicitaron por la deliciosa fragancia que había conseguido con tanto esfuerzo; y a la otra amiga sólo unas pocas personas le dijeron que olía bien, y al final de la reunión simplemente no dijeron nada porque el olor de su perfume había desaparecido.

Estudiar la Palabra es importante porque es lo que nos mantiene cercanos a nuestro Dios. Si le dedicamos tiempo, esfuerzo y gusto a esta bella tarea, veremos que nos podemos impregnar completamente de Su esencia (tal como la amiga que se esforzó por conseguir el mejor perfume), y así obtener resultados notables en nuestra vida.

En Jer 15: 16, Jeremías dice*: "Cuando me hablabas, yo devoraba tus palabras; ellas eran la dicha y la alegría de mi corazón, porque yo te pertenezco, Señor y Dios todopoderoso." De aquí se pueden deducir varios aspectos del Señor y Su palabra:

  1. Dios nos habla ("Cuando me hablabas"): toma tu Biblia y abre el libro de Jeremías. Verás que es un libro lleno de "El Señor dice...", "El Señor se dirigió a mí y me dijo...", "El Señor afirma". Dirás: "Ah, pero es que Jeremías era un profeta y por eso Dios le hablaba", bueno, la Palabra dice en 1Jn 2: 20: "Cristo les ha dado a ustedes el Espíritu Santo, y todos ustedes tienen conocimiento." y ahora que sabemos que tenemos el Espíritu Santo, podemos leer Jn 14: 26: "(...) el Espíritu Santo, el Defensor que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho." ¿No es lindo? Dios nos habla, y puede hacerlo de varias formas, como a través de: situaciones, personas, sueños, pensamientos, y lo más importante: la Biblia. 
  2. Su Palabra es alimento ("Yo devoraba tus palabras"): Jesús dice que el ayuno físico es necesario (Mr 2: 20) pero el espiritual no. Leamos 1P 2: 2 "Como niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual pura, para que por medio de ella crezcan y tengan salvación, si es que realmente han llegado a darse cuenta de que el Señor es bueno." Allí observamos claramente que es importante alimentarnos de la palabra del Señor para crecer (espiritualmente) Y TENER SALVACIÓN; aquello no significa que vayamos a perder la salvación si no leemos todos los días la Biblia como costumbre, pero si realmente nos damos cuenta de que el Señor es bueno y le creemos, por consiguiente haremos la voluntad de Dios, es decir, lo bueno.
  3. Su palabra alegra el corazón: ("Ellas eran la dicha y la alegría de mi corazón"): El Salmo 119 está lleno de alabanzas a la Palabra y los Mandamientos del Señor, y unos de esos versículos son el 48 y el 77: "Amo y anhelo tus mandamientos, y pienso mucho en tus leyes. (...) Muéstrame tu ternura, y hazme vivir, pues me siento feliz con tu enseñanza." ¿Realmente estamos viviendo eso? La Palabra debería ser un deleite constante, si no eterno, porque es lo que nos da vida... recuerda que la Palabra es una semilla en nuestros corazones que necesariamente -si está bien cultivada- debe dar fruto (hablaré de este tema en otra entrada).
  4. Le pertenecemos a Dios ("Porque yo te pertenezco"): Sencillo, desde la creación Dios demuestra que somos suyos porque tenemos Su imagen (Gn 2: 27), y aunque luego pecamos y nos separamos de Él, pagó nuestra libertad al precio más alto: Su sangre. En 1Jn 3: 2, 19 y 4: 4, 6 dice "(...) ya somos hijos de Dios (...) somos de la verdad, y podremos sentirnos seguros delante de Dios (...) ustedes son de Dios (...) nosotros somos de Dios." Dios nos ama y está completamente dispuesto a buscarnos y a tener una relación personal con nosotros.
  5. Dios es Señor y es todopoderoso ("Señor y Dios todopoderoso"): Dios es Señor porque quienes le creemos somos siervos por amor, Ro 1: 1 "Yo, Pablo, siervo de Jesucristo (...)" recordemos que en épocas antiguas se acostumbraba a tener siervos que servían (valga la redundancia) a un señor. Y Dios es todopoderoso porque ese es uno de sus muchos atributos, si no pudiera hacerlo todo no sería Dios; mira el sol, las montañas, tus dedos... Dios hizo todo eso y mucho más... ¡eso es PODER!
Bueno, finalizo esta entrada haciendo énfasis en que estudiar lo que Dios tiene para decir es fundamental para tener una relación con Él, por eso es que debemos empezar a formar buenos hábitos, disciplina y amor (mucho amor) en cuanto a ello. Además la Biblia no es un libro que pasa de moda; tiene más de dos mil años y sin embargo Dios SIEMPRE enseña cosas nuevas a quienes la estudian con amor y paciencia.

Consejos:

Es bueno que antes de dedicarse a estudiar oremos para que sea Dios quien nos muestre las enseñanzas, porque a veces sucede que leemos y no entendemos bien lo que se quiere decir allí.

Un tiempo oportuno es bueno para leer con agrado, procura no leer en espacios de tiempo en los que tengas afán por hacer otras cosas además de leer la Biblia.

Un buen lugar también hace la diferencia muchas veces, si uno se siente incómodo leyendo en un lugar donde hay mucho ruido probablemente es mejor retirarse a un parque lleno de árboles o a nuestra casa. Si relacionamos nuestro estudio con algo bueno tal vez nos sintamos mejor al hacerlo.

Si (en mi caso) acabo de tener una discusión o un mal momento, he aprendido que es mejor calmarse  y disponer el corazón primero para tener la mente al 100% en lo que leo.

Muchas gracias por tomarte el tiempo para leer.

*La versión que utilizo aquí es "Dios habla hoy". Recuerda que debido a la traducción de la Biblia original hay varias versiones, y en este caso utilizo la anteriormente mencionada.

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