Una gota de tinta tiñe toda el agua

A muchos nos pasa que cuando leemos la Palabra de Dios nos dan ganas de ser mejores personas de un momento a otro, como si al leer se nos activara la parte "buena" de nuestro ser... el problema está cuando luego de leer nos enfrentamos a un mundo de personas que piensan y actúan muy diferente a nosotros y todo el bello panorama bíblico de piedad y benevolencia se desmorona en menos de nada. Con esto no me refiero a que la Palabra de Dios no haga efecto en las personas (que por supuesto sí lo hace: Hebreos 4:12, Mateo 13, Tesalonicenses 2:13, etc.) sino que es un proceso en el que Dios nos guía de acuerdo a nuestro ritmo... por ejemplo lee en la Biblia acerca de Pedro y Pablo: Pedro entendió poco a poco las verdades divinas y así Dios lo maduró espiritualmente, en cambio Pablo demoró poco tiempo en cambiar de una forma drástica.

Lo que voy a escribir a continuación es un tema que me tuvo reflexionando con tristeza varios días porque Dios me mostró mis errores de una forma muy frentera. En resumidas cuentas, estaba memorizando un versículo muy bonito que dice: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza." que fue lo que le dijo Pablo a Timoteo en ITim 4: 12 con ánimos de alentarlo; así que me lo aprendí y también intenté ponerlo en práctica, lo cual resultó extraordinariamente difícil, pues cada vez que actuaba o hablaba me daba cuenta de que el modelo de persona cristiana es muy diferente a mí.

Bueno, pasaron unos días e intenté esforzarme más hasta que sentí que era más fácil que antes aplicar lo aprendido; pero la satisfacción se esfumó rápido porque yo veía que así hiciera 100 cosas bien, siempre había 1 por la cual me podían reprochar (y eso me parecía bastante injusto), y saber eso fue como una herida en el corazón pues yo creía que a un hijo no debe serle difícil agradarle a su Padre porque lo conoce, así que llegué a dudar de qué tan cerca estaba de Dios. Una noche, muy triste, me puse de rodillas y le dije a Dios que no sabía que hacer, que Él me mostrara cómo hacer para llevar una vida que lo glorificara a Él... entonces leí el versículo directamente de la Biblia para evaluar más a conciencia mi comportamiento, y unos versículos más adelante -2:15- dice: "Ocúpate en estas cosas, y PERMANECE en ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a TODOS". Así que de repente el Señor me mostró que las personas de mi entorno no notaban un cambio, porque no había un cambio que notar.

Dios nos está llamando a permanecer en las cosas buenas, y mi pensamiento era que muchas cosas buenas hacen que las malas no sean tan graves ¡QUÉ ERROR! es como un vaso de agua limpia y pura en la que cae una gota de tinta, o un litro de agua en la que cae una gota de tinta... claramente que entre más agua haya, menos se va a notar la tinta, pero de todas formas ¡ya no va a ser limpia y pura! y Dios es puro, por eso no acepta obras a medio hacer, me di cuenta de que sólo intentaba hacer lo bueno cuando realmente debo permanecer en ello.

A veces las obras que hacemos aparentemente buenas, no lo son... de nada nos sirve matarnos por los demás si nuestro corazón no lo hace de forma humilde y alegre, pero más que todo con amor (1Co 13:2). Hay que tener cuidado con los pensamientos y los sentimientos, porque a veces las malas obras provienen de allí. Cuando Dios me mostró que hay que PERMANECER vi todo aún más difícil... pero Dios me recordó 1Co 10:12-13 ¡Leelo y te sorprenderás!

Gracias por tomarte un tiempo para leer esto. Vuelve pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda el respeto cuando comentes.